Gemma N. Escarp demostró, desde muy temprana edad, una auténtica fascinación por todo cuento o relato que tuviera matices fantásticos, pero el que más impacto le causó, con tan solo cinco años, fue el cuento de La cerillera de Charles Dickens. Se inspiró tanto que empezó a escribir ella misma pequeños fragmentos, con moralejas incluidas, en los que diversos personajes desfilaban junto a sus cortas historias.
Sobre los diez años creaba ya, con todo lujo de detalles, mapas, sociedades e idiomas inventados. Se pasaba horas tumbada en el suelo de su habitación, entre papeles, colores y libros. Durante este tiempo, la bibliotecaria de su colegio le mostró, entre las estanterías, las trepidantes aventuras de Los Cinco de Enid Blyton. Novelas que leyó ávidamente y que la ayudaron a disfrutar de la lectura aún más.
A los doce descubrió, gracias al consejo de una profesora de extraescolares, a uno de los más grandes autores de literatura fantástica como lo fue J.R.R. Tolkien, despertando en ella un gran respeto y amor por dicho género. Lo que la animó, en aquel entonces, a empezar su primer proyecto de libro, escrito a mano.
Desde entonces, nunca ha dejado de escribir, perfeccionando y matizando, año tras año, el universo que creó: Equilibria. Pero por vicisitudes de la vida, nunca encontró la oportunidad de poder publicar sus historias o enfocarse más profesionalmente hacia el sector literario.
Hasta ahora, que con la publicación de su primer libro, Cántabo. Una historia de Equilibria, muestra al mundo su faceta como escritora.
Actualmente, tiene en marcha dos proyectos más: una novela corta que prácticamente está finalizada y otra a medias, siendo este el primer libro de una trilogía denominada «El Milenio Oscuro».
Puedes encontrar más información relacionada con este universo en la web www.equilibria.es