Higinio Díaz-Marta Garrón, Gini, es madrileño y gato de pura cepa, nacido y bautizado bajo los acordes de un organillo, en una pequeña carpintería de Lavapiés, y presente, desde siempre, en todas esas barriadas de Madrid, de ese Madrid que tanto quiere.
Aunque su formación es eminentemente técnica, es un conocido pintor hecho a sí mismo, con numerosos premios y exposiciones, además de figurar como artista representativo del arte del siglo xx, tal y como reconoce la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con aportación de obra para su museo. Es el creador del
«puntillismo gráfico», en ese mundo artístico.
En 2014, fue homenajeado por la Asociación Española de Pintores y Escultores, institución a la que pertenece desde siempre.
Paralelo a su trabajo en Artes Plásticas, hay que destacar su faceta de escritor, tarea en la que se ha volcado con la misma pasión y entrega, y fruto de la cual ya nos ha dejado seis novelas, con títulos tan interesantes como El caso Sheridan, Torre Miró, La banda de Maquiavelo, El viñedo rojo, En busca del tiempo y El premio.
En esta última, su séptima novela: El tiburón del Pacífico, nos hace entrar en ese mundo fascinante de la bolsa y nos permite conocer aquellos personajes (financieros), que son capaces de operaciones millonarias, en un juego tan arriesgado y tan complejo, y a la vez tan especial y gratificante.