Isabel Santidrián Arceredillo nació en Burgos, un 28 de julio recién entrados los 90. Se llama Isabel, aunque podría haberse llamado María. Sus apellidos le gustan y, pese a compartirlos con su hermano, le parecen muy originales. Siempre los dice seguidos, como si fueran uno solo, cree que es lo más justo para su madre. Estudió Derecho, aunque podría haber sido licenciada en Medicina. Vive en Valladolid con media maleta hecha destino a «alguna parte».
Empezó de cero tantas veces que nunca escribe «fin» cuando cambia de historia. Isabel es una mujer entusiasta y apática, apasionada y triste, romántica y realista, oscura e infiel, leal y divertida. Le gusta la tarta Red Velvet, aunque no lo sabía hasta que la probó.
Le gustan sus gatas, Kiara y Julieta, aunque no fueron las primeras que tuvo. Le gustan las tormentas cuando está triste y el sol cuando está contenta, como si el universo entero la acompañara. Le gusta el sonido de los recuerdos, el sabor de los momentos compartidos y el olor de las personas que están y de las que estuvieron. Todas las mañanas, se asoma a la ventana mientras bebe café con leche y respira profundo el aroma a «seguir viviendo».