De niño soñaba con ser Santillana y meter goles con la camiseta del Real Madrid en el Bernabéu, pero la vida le llevó por otros campos, que no los del fútbol. Graduado en Historia del Arte, funcionario de Estadística, patrón de barco en puerto seco, elaboró fanzines musicales de juventud con los amigos, realizó durante un tiempo la crónica taurina en el periódico local La Opinión de Zamora, y le fueron otorgados diversos premios por la Junta de Castilla y León y el proyecto cultural Zamora Románica en una de sus aficiones: la
fotografía.
La publicación de este libro se debe a su vocacional interés por el arte y la imagen, así como su pasión por la letra impresa. Su última formación académica, adquirida enla madurez, le ha conducido de forma sorprendente para él a descubrir e interpretar algo nuevo: las hagiografías y la representación de los santos.
Si en la próxima vida no logra ser delantero centro del Madrid, se conformaría, al menos, con ser cantante de tangos.