Luis Pozo Marcenaro nació en Urdués, un pequeño pueblo del pirineo aragonés, en 1942.
El primer acontecimiento que marcaría un hito en la línea de su vida ocurrió a los quince años con su ingreso en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro como huérfano de la Guardia Civil. También allí experimentará la primera decepción a cargo del poder de un estamento que pretendió convertir a su preciosa existencia en un «número» que es como se conoce habitualmente en la jerga del Cuerpo a la individualidad que compone, todavía hoy, al colectivo de la Guardia Civil.
A los veintidós años, puede licenciarse y lo hace en Guinea (el joven polilla para los en-tendidos), consigue un trabajo allí, que es también un espacio de libertad y aventuras donde querrá vivir para siempre, pero «el mundo no está nunca quieto» y en 1968, con la concesión de la Independencia a Guinea Ecuatorial y los posteriores sucesos de marzo de 1969, Luis Pozo se resiste a abandonar su particular Edén y es uno de los siete españoles que quedaron después de la llamada Emergencia Nacional, lo que le proporcionó experiencias como para escribir El trampero.
En 1970, todo ha desaparecido con las empresas españolas que lo hacían posible y regresa con su familia a España, donde se inicia como buceador en una base de la armada española en Cartagena.
Funda una empresa de buceo con base en Madrid y contribuye como subcontratista a obras tan relevantes como el Puente de Rande en Vigo, el Trasvase del Tajo al Segura como subcontratista de la extinguida Ocisa, Desguace del Cabo de Palos en la ría de Avilés para la agrupación de empresas Esea y muchas otras obras menores. Hasta que el 3 de agosto, Teo-doro Obiang Nguema da su «golpe de libertad» contra el sanguinario dictador, Macías Nguema, y Luis Pozo volverá a África, que ya no es la misma. Decepcionado, cambiará Guinea, por Ghana, después Liberia y, finalmente, Camerún para volver a otra Guinea de gigantescas obras públicas que el petróleo hace posible. En 2014, acomodado en su casa de Madrid, rememorará por fin sus sueños de un viaje interior que su pensamiento recreará por caminos que nunca pudo recorrer.