Nita Espinosa nace en Valladolid en 1957 en el seno de una familia numerosa. Su infancia está marcada por los veraneos en Hoyo de Manzanares en los años 60, en la sierra de Guadarrama, donde cada día se convierte en una aventura de la mano de sus padres, quienes le hacen descubrir, junto a sus hermanos, cómo la imaginación son unas poderosas lentes a través de las cuales debemos mirar el mundo. Así, descubre que el monte está lleno de habitantes fantásticos y que en cualquier flor diminuta habita un sinfín de pequeños seres. Desarrolla allí su amor por la Naturaleza, los libros y la música.
La presente colección de relatos nace de la inspiración que un día encuentra en la pequeña casa familiar en la que más tarde conoció al que sería su marido y padre de sus hijos. Había y hay tanta magia en aquella casa que siempre pensó que debía compartirla con los demás.