Óscar López Gurumeta fue arrojado al mundo en Madrid, el penúltimo año de vida del caudillo. Se licenció en Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid, donde fue mosca cojonera, encabezando la lista de objetivos de la caza de brujas al uso en su promoción. Alentando el espíritu aventurero, la idílica situación económica y social, viajó a Londres, Reino Unido, donde obtuvo dos másteres de profesor de español, en Goldsmith College e International House, aparte de otras bagatelas de profesional deformación.
También viajó a Liverpool, Ámsterdam, Montevideo y Santiago de Chile, entre otras ciudades Qliao, donde fue profesor de lenguaje en el Liceo Poto en Alto, de alto riesgo de exclusión, aunque para la mafia que lo controla, sin decir el alumnado, lo sea de eclosión. En la archiconocida comuna Puente Asalto, es un centro que, sin ser inocente, pasando por docente es indecente y de salud.
Autor de la antología de poemas Poamario en Editorial Forja (Chile) y Terra Ignota (España), la emprende con Lerelandia, su primera novela, por rellenar el nicho que el Esperpento ha dejado en la literatura castellana, quedándose corto a tenor de la oferta, la demanda y los tiempos, siendo primicia y ejemplo del género del Grotescuento, del que se vanagloria su creador.