(Montilla, Córdoba, 1969). Llevo más de veinticinco años trabajando en una bodega de vinos finos, algo que resulta ser una de mis grandes pasiones junto
a viajar. Lo de escribir anda en el plano de la necesidad, más que en el de una afición o un hobby. Por ello llevo lanzando texto al viento muchos años, tomando notas aquí y allí para luego darle imaginación o simplemente plasmarlas tal cual, con la frialdad que a veces aporta la realidad. Colaboro en El Ladrío una publicación trimestral de la Asociación Cultural El Coloquio de los Perros. Y también, tiempo atrás, di forma e ironía a Y la gente nos miraba, un cuadernillo de viajes de dos adolescentes tardíos por Europa con mochila a la espalda, que despiertan a la realidad a través del maravilloso mundo de viajar. Ahora, y tras varios años de noches al amparo de mi ordenador, os dejo Trece Lunas. Solo espero que os guste, o que os deje pensando, o al menos que sirva como excusa