He caminado por las huellas que educaron mis valores y caprichos, y me formé con la elegancia que regalaba la amabilidad de mis sentidos. Me acostumbré a la lucha dulce y sin pecado, y mi condición fue siempre tratar a la gente con respeto y con agrado. Me ha importado mucho la gratitud de tus respuestas, esas que se asoman sin reparos, que fecundan la inocencia compartida, y que muestran la sencillez de unos abrazos. Mis ilusiones, que se arropan de sutilezas, renacen por lugares ya olvidados, como ríos que mantienen su frescura y se visten de inocencia con los años.
Hoy me paro a disfrutar de mis poemas y quisiera relucir con este libro, caminar entre valores que me llevan, como brisa que engrandece mis amores más queridos. Y mi fe que no sabe de tristezas, se acomoda despacito en mi nobleza, entre suspiros que ahondan en mis silencios y que desborda mi orgullo y mi grandeza. Esta muestra de pasión que ahora te entrego, es el fruto de un clamor grabado a fuego, y la dicha que se insinúa y comparto viajará con tu persona en el recuerdo, cuando mis sueños se proyecten hacia el futuro y mis letras se esparzan por el universo.