Nacido en 1958 en Valencia, muy pronto mi familia de agricultores se traslada a las marismas sevillanas. Los arrozales y la escuela rural son mis mejores recuerdos de esa época.Ya bien avanzados los sesenta, en 1967, nos asentamos en la campiña de Utrera, en busca de buenos colegios para los seis hermanos.Allí cursé Bachillerato y en plena transición política, a finales de los setenta, la Universidad de Sevilla nos abre un arcoíris de posibilidades sobre los grises tonos de la adolescencia. Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, me dedico unos años a la Psicología Escolar, otros a la administración educativa de la emergente Autonomía Andaluza y por fin a la docencia. Desde hace dos décadas el magisterio es mi forma de vida y también la mejor manera que he conocido de entenderla.