Teresa Martín
Tengo un nombre heredado y unos apellidos repetidos que no me cambian ni por cromos. Nací en el umbral del siglo. Escribo porque no quiero dejar de existir y leo porque no soporto que otros mueran. Colecciono periódicos y nunca he probado la coca cola. A la derecha tan solo llevo el reloj. Siento pánico hacia la oscuridad. Tuve un pez suicida y encontré la amistad en el alma de un oso de peluche. Odio abrir los libros por la primera página y a veces me encuentro literatura dentro de mí. Aprendí que Dios es jesuita y desde entonces soy una tía con fe. Quise ser astronauta y presidenta del gobierno, pero ahora me debato entre Zapatero y Burkina Faso. Hagamos del mundo un hogar chorpatélico; por Lorca.
Javier Sánchez
Siempre tuve los pies demasiado grandes para acudir a bailes de nombres sin pisar. Amigo personal de Frida. Adoro la música tanto escucharla como realizarla. Amante del anime y del cine mudo. Estoy seguro que la solución a los problemas se encuentra entre las hojas de una novela o los versos de un pequeño poema.
Gran admirador del teatro. Me encanta perder el tiempo en cosas que la sociedad considera inútiles como por ejemplo pensar o leer.
Algún día visitaré el mundo entero y me considero apátrida. Por lo visto ahora soy escritor.