En el mundo de la consciencia, como en el resto de lugares de esta sociedad, hay un narcisismo oculto que no solo consume nuestros recursos materiales, sino físicos, mentales, emocionales, energéticos y espirituales. Existen carteristas de guante blanco que nos convencen y estimulan con sus dones y conocimientos sobre el mundo de la consciencia para que cedamos nuestro poder o nutrirse de nosotros y, en caso de no aceptar sus demandas, dañar tu integridad o provocarte una enfermedad, o la muerte, llegado el caso.
Las garrapatas aparecen encantadoras, honestas, cercanas e íntegras. Debajo del disfraz, encontramos seres que usan sus habilidades aparentemente para ayudar, pero en realidad la reciprocidad es una pose. Escogen a quienes consideran proveedores de recursos o con cualidades valiosas para conseguir sus objetivos. Te estudian y, a través de sus dones espirituales, pueden precisamente obtener datos para usarlos a su favor. Saben cómo estimular la culpa, el sentimiento de responsabilidad o el miedo para que, desde el chantaje y, en ocasiones, desde el conocimiento energético, acabes girando alrededor de sus necesidades descuidando tus propios proyectos y generando caos a tu alrededor.
Las garrapatas ganan posiciones en cada interacción y te vas debilitando. Su pretensión es tener el control o el dominio de tu personalidad y que acabes trabajando para ellas u ofreciendo lo que tienes sin un auténtico intercambio.
Las garrapatas dañan tu potencial y conexión con tu yo esencial. Es importante salir de la ignorancia para aprender a protegernos y seguir nuestros caminos sin interferencias y libres de manipulaciones.