«Era el primer día de clase, un alumno nuevo acababa de llegar al barrio, procedente de la otra parte del pueblo. Colman Yaiza, que así se llamaba el nuevo pupilo, había hecho desde que llegó buenas migas con los Monterde, los Castilla, los Matías y los demás muchachos pertenecientes a…». Este es el comienzo de la novela con tintes autobiográficos, ambientada en diferentes escenarios donde el protagonista va dejando su huella en busca de una vida laboral, acompañando a su familia que, tras la
jubilación de su padre, se había trasladado a una ciudad de la costa levantina. El hilo conductor narra las vidas paralelas de los miembros de la familia: una hermana cleptómana que, debido a su inclinación, genera conflictos al resto de los miembros; un hermano epiléptico con serios problemas de adaptación y que es expulsado consecutivamente de algunos colegios; un cabeza de familia intolerante y agresivo que no dimite del constante maltrato psicológico hacia su primogénito; una madre resignada incapaz de luchar contra esta lacra…