Las obras malditas son a juicio del autor, cuatro. En este libro se presentan dos de ellas. Lectura para una noche triste es una obra de humor. Arranca con la presencia del protagonista ante el «Consejo de la eternidad». Julio, envenenado por su mujer y su mejor amigo, exige poder vengarse. De nada valen los argumentos expuestos por el «Consejo», a pesar que le explican que no solo falleció por el veneno que le suministraban sino a consecuencia de una cadena de errores.
Su venganza es un auténtico fracaso. Apiadándose de él y teniendo en cuenta que su fallecimiento ha sido por error se le conceden dos vidas que vivirá simultáneamente. En la primera nacerá muy feo y pronto se quedará huérfano. Teniendo entonces que vivir con su tía, caprichosa y multimillonaria. Marginado por todos, saldrá adelante poniendo todo su ingenio en resolver las peliagudas cuestiones que se le presentan. En su otra vida nace con una enfermedad congénita que afecta también a todos los integrantes de la casa real inglesa. Se trata de la «Aerofagia Horribilis» no en vano a su tío le llamaban «Paco el metralleta».
Irina es una novela corta. Un thriller mezclado con ciencia ficción. Juan es un periodista mediocre y fracasado. Un día recibe el encargo de su jefe; entrevistar a un extraño personaje llamado Antonio vidrieros. Antonio es sospechoso, entre otras lindezas de haber asesinado a su hermano y a su cuñada, la bella Irina. Pero a pesar de haber sido investigado jamás se pudo probar nada en su contra. El periodista da por seguro que Antonio no le contará nada, pero recibe una propuesta. Si cumple un encargo, después de su muerte, le contará toda la verdad. Con otra condición, que lo haga público después de su muerte, ya que no desea ir a prisión.
Su relato es escalofriante. Se da cuenta de que está delante de un psicópata sin el menor rasgo de piedad o remordimiento. Todo lo que escucha le sobrecoge, pero sobre todo cuando le cuenta, que ha vivido con una creación robótica humanizada de su hermano y su cuñada, ambos asesinados por él. Sin desearlo, el periodista repite algunas inconcebibles actuaciones del extraño psicópata.