Las ciencias naturales, las ciencias sociales y las ciencias del comportamiento humano han estado fundamentadas desde el paradigma newtoniano-cartesiano, desde donde se creó un enfoque para estudiar la realidad y crear la construcción de conocimiento desde una perspectiva lineal, simplificadora, objetiva, universalista y absoluta. En la actualidad este enfoque lo atraviesa el desafío emergente de la construcción del conocimiento científico desde el paradigma de la complejidad, desde una perspectiva de investigación compleja, de segundo orden, de los fenómenos, la realidad y del ser humano. Es así como en este trabajo Samuel Carmona presenta una comprensión epistemológica del paradigma de la complejidad en lo relativo a crear una prospectiva de nuevo escenario en la salud y la medicina. El paradigma emergente de la complejidad (Ciencias de la Complejidad y Pensamiento Complejo) aporta nuevas evidencias científicas en el saber hacer Salud y Medicina.
Este nuevo escenario en salud y medicina se caracteriza por el pensamiento complejo de una lógica no clásica (difusa), de ciencias del caos, de redes complejas y vida, de incertidumbre, emergencia, imprecisión, auto-organización, autopoiesis, no-linealidad, adaptación, evolución, atractores y fractalidad, bases epistemológicas y metodológicas suficientes para proponer una Ciencia de la Diversidad Integrativa en el campo de la medicina, la Holomedicina, un modelo holomédico, un método holónico de auto investigación acción participativa, una clínica holomédica, una teoría general socio-sanitaria, un sistema de salud pública cooperativista.
Autopoiésis cognitiva y producción de conocimiento
La condición humana de animal, cognitivo-ontológico, epistémico y emocional nos ha llevado a ser creativos, diseñadores de sueños, de lenguaje, de misterios, de tecnología, de arte, de creencias, de emociones, de sociedad, de ciencias, de entorno-contexto en diversas dimensiones –bio psico social cultural política económica ética y espiritual–, con las cuales creamos mundos y circunstancias.
En el contexto social aprendemos, vivimos la experiencia de lo creado; en el cultural grabamos la impronta de signos de comunicación –las palabras, el lenguaje con el que nombramos las cosas y transferimos ideas. En la dimensión biológica replicamos la génesis de síntesis fisicoquímica, nos auto-producimos sustanciando el espíritu –dando forma a los límites del cuerpo–, nos diferenciamos, nos relacionamos con enlaces polivalentes afectivos, nos auto-organizamos en sujetos sociales, produciendo lo antroposociológico –especie, género y familia– dando lugar a entornos posibles para auto-referenciarnos humanos –como si comprendiéramos el barro, el agua, el fuego, el aire y de lo que está hecho el universo.
Vivimos la existencia –la trama de nuestra propia obra con intención de ir lo más lejos posible–, intuimos que hay algo que no está en lo interior ni lo exterior. Sentimos, percibimos, inferimos, aprendemos, investigamos, desarrollamos e innovamos, de este modo llegamos a ser científicos de ciencias, sacerdotes de dioses, artistas de artes. La auto-construcción de naturaleza, especie, individuo, cultura y sociedad nos convierte en aspirantes-aprendices de libertades inciertas, bosquejos de creación, donde algunos escribimos un libro –como si tratásemos de que el resto, los otros que somos, sepan que algo hemos aprendido en esta persistencia a vivir.
Esta obra ha sido evaluada por el Comité Científico del VII Congreso Iberoamericano de Investigación Cualitativa en Salud, septiembre 2016, siendo seleccionada para ser presentada en la exposición de libros durante dicho congreso, en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona.
