Luis es de los que están totalmente convencido que es mejor pensar que creer, aunque duela. Desde su blog lanza reflexiones, preguntas y planteamientos sobre el triste papel de las instituciones, los inconfesables intereses económicos, los derechos y prebendas que dificultan el progreso del hombre como ser humano y otros temas de absoluta actualidad. Todo ello en un momento de gran confusión y desconcierto social.
En sus diatribas y en los comentarios que mantienen diversos personajes en la red, se plantean abiertamente serias dudas sobre si estamos preparados para abordar los retos del SXXI. El lector siente la tentación irrefrenable de incorporarse al debate, cosa que, sorprendentemente, podrá hacer si lo desea.
Luis, el protagonista, sin proponérselo específicamente, pone patas arriba el marco cultural y los valores de la sociedad occidental, lo que atrae a su blog a multitud de seguidores.
Internet abre fronteras, pero también abre mentes. Los poderes públicos no están en absoluto dispuestos a permitir que iniciativas como la suya proliferen. Se desencadena una intensa trama en la que Luis, aún contando con la ayuda de Ana, experta policía, sufrirá en carne propia la impotencia y el desamparo ante el despliegue paranoico del poder y sus oscuros recursos.
Una frase improvisada como una contraseña para ligar por internet “si no me quieres me muero” acaba siendo premonitoria de una soberbia aventura con un desenlace inesperado.
Rabiosamente actual, este relato combina muy acertadamente acción y reflexión; amor y miedo; el hoy y el mañana.