Detrás de cada palabra, de cada verso sin rima que esconde este libro, está la sonrisa de aquella niña a la que un día le robaron el corazón. Hoy, aquella sonrisa sigue sin recuperarlo, pero sigue persiguiendo su sueño, porque, alguien importante para ella le dijo ‘’ Los sueños no desaparecen siempre que las personas no los abandonen’’. Y esa niña soy yo. Y aquí estoy, luchando contra viento y marea, andando descalza y a oscuras, y bebiendo de un vaso medio vacío para que sus pestañas vuelvan a ser mis deseos. Porque la esperanza es lo último que se pierde. Porque de ilusión, se vive, y se muere, y yo si hay que vivir, o morir de algo, prefiero hacerlo de ti.