Este libro abraza dos necesidades, la primera es amarga: asumir un diagnóstico de TEA (trastorno del espectro autista); la segunda es más humana: volcar fuera las emociones que brotan desordenadas en los autistas y en su familia.
Detrás de tanta incertidumbre se hace necesario una voz experta que planifique, ordene y explique los sentimientos contradictorios que se amontonan ante la palabra autismo. La suma de conocimientos y experiencia de esta psiquiatra, especialista en niños y adolescentes con autismo, sirve de base para la creación de relatos cuyos personajes pondrán realidad a muchas vivencias en las que nos veremos reflejados.
Si nos atrevemos a abrir nuestras rígidas mentes y a traspasar las normas sociales que nos imponemos, sufriremos menos y ellos no se sentirán tan fracasados. Los sentimientos no entienden de horarios y cuando desbordan el alma, necesitan unos ojos fuertes que los recojan para no caer al suelo. Este libro pretende sujetar esas mentes que no encajan, para que el sentimiento de diferencia no ensombrezca sus vidas para siempre.