Lauro Erlach es el pseudónimo de Felipe Peñalba Ceberio, una persona de vida sencilla que, tras su jubilación, ha madurado, pulido y completado sus escritos de años anteriores nacidos al calor de su día a día y, finalmente, ha decidido publicar algunos de ellos, los más recientes.
Estos escritos expresan las pequeñas luces y certidumbres que hoy dan sentido a su vida tras perseguir distintas utopías: el ideal de una sociedad justa y educada en la que el ser humano pueda desarrollarse con la dignidad que, por naturaleza, le corresponde; y el desarrollo de una genuina religiosidad que impregne los estratos de esta sociedad y haga posible la concordia en la diversidad de todos, sean cuales sean sus creencias y opiniones.
Forma parte de una familia de la que se siente muy orgulloso, especialmente de su esposa y sus cuatro hijos que van volando por sí mismos.
No renuncia a su utopía pero su experiencia de profesor de instituto y, sobre todo, el aprendizaje de la vida misma le han enseñado que sólo perduran los cambios que se desarrollan, no a bandazos, sino con un esfuerzo permanente y consecuente.
Puesto a plasmar una utopía, se decide por la de la propia transformación.
Se siente bien encaminado por haber encontrado el grupo, el guía y la enseñanza adecuada a sus necesidades de evolución.